domingo, 24 de noviembre de 2013

LUCY IN THE SKY WITH DIAMONDS - BEATLES (Historia de la canción)











http://www.youtube.com/watch?v=ZqXmBy1_qOQ






JORGE Y LUCÍA 
VOLANDO BAJO UN CIELO CON DIAMANTES

Hace muchos, muchos años, un niño llamado Jorge llegó a su casa por la tarde. Venía del colegio y llevaba en la mano un dibujo donde había pintado una niña que volaba como si fuera un pájaro sobre el campo y bajo un cielo de estrellas.
Apenas vio a su padre, Jorge le enseñó su dibujo gritando un estridente "mira lo que he hecho hoy en el cole, es un dibujo papi"

            ¿Quién es esa niña Jorge– le preguntó el padre contemplando el dibujo con un interés que exageró para satisfacer aun más al niño.
            Es Lucía papi.
            ¿Lucía? Muy bonito nombre ¿La conoces?
            Claaaro. Es mi amiga Lucía O’Donnell. Se sienta a mi lado en el cole.
            Ah sí –el padre cayó de pronto en la cuenta–, sin duda es esa niña tan guapa que cumple años el mismo día que tú y que no vino a tu fiesta porque también tenía la suya ese día.
            Sí, es ella. Los dos tenemos cuatro años, pero junto tenemos mas, mira cuantos –Jorge le mostró a su padre las dos manos con los pulgares escondidos tras las palmas sumando así ocho dedos.
            ¿Y que son esas cosas que brillan tanto en el cielo? –preguntó el padre señalando la parte superior del dibujo.
            Son estrellas papi. ¡Muuuuchas estrellas!
            Mmmm… –John balanceó la cabeza simulando no entender lo que decía su hijo–. Pues a mi me parecen piedras y no estrellas.
            ¡Claaaro. Son piedras que brillan porque son diamantes!
            Ah, claro ¿Y Lucía… está volando o me lo parece?
            Vuela. Y aveces también pasea, porque tiene magia.
            Ya entiendo… –dijo John como si acabara de reparar en algo importante–. Debe ser un lugar mágico ese que has pintado. Tan mágico como uno parecido que visité cuando era tan pequeño como tú.
            ¡Pero yo no soy pequeñooo! Ya he cumplido cuatro años…
            Bueno, tal vez yo fuera más pequeño cuando estuve allí –respondió el padre con un gesto que satisfizo a Jorge.
            ¿Y que sitio es ese papi?
            Mejor te contaré como era. Era un campo con muchos árboles, todos llenos a rebosar de mandarinas que crecían bajo un cielo de mermelada.
            ¿Un cielo de mermelada? ¡Que buenooo!
            Sí. Pero aun hay mas Jorge. Yo iba a bordo de un barco que navegaba por un río cuando, de pronto, me llamó una niña que tenía magia en sus ojos, pues de ellos salían muchos colores cada vez que miraba algo que era de su agrado.
            ¿Una niña con magia en los ojos? –Jorge parecía alucinado con la historia de su padre– ¿Y cómo se llamaba esa niña?
            Se llamaba Lucy,
            ¿Lucy? ¿Casi igual que Lucía?
            Exactamente igual. Pues Lucy y Lucía son el mismo nombre.
            ¡Caray...! ¿Y que hiciste al verla?
            Fui tras ella y me llevó hasta un puente que había junto a una fuente donde mucha gente comía pasteles y todos sonreían. Nadie estaba triste nunca y había flores más altas que las personas.
            Papi, yo quiero ir a ese sitio…
            Irás Jorge, irás. Te lo prometo, Pero aguarda, pues aun queda lo mejor por contar –Jorge no salía de su asombro–. Aparecieron sin mas unos hombrecillos muy amables que nos invitaron a subir a un tren que nos condujo a un lugar que, conforme nos acercábamos, brillaba más y más, tanto y tanto que del cielo fue desapareciendo la mermelada.
            ¿Y que pasó entonces?
            Conforme la mermelada se borraba, el cielo se fue llenando de unas estrellas que no eran estrellas sino diamantes ¿Qué te parece?
            ¿Cómo en mi dibujo?
            Exactamente igual que en tu dibujo Jorge. Fíjate si era igual que mas tarde, cuando regresé a mi casa, busqué un papel y lápices de colores para pintar lo que había visto y mostrárselo a mi padre. ¿Sabes? Aun conservo el dibujo que hice ¿Quieres verlo?
            ¡Sí, sí, por favor! ¡Enséñame tu dibujo!
            Espera un momento, no te muevas de aquí. Lo guardo en una carpeta que está en mi despacho.

Al cabo de un minuto, ante los ojos atónitos de su hijo, John regresó de su despacho con una carpeta de la que extrajo un dibujo exactamente igual al que había hecho el niño, con la única salvedad de que en el suyo aparecían seis palabras.

            ¡Es igual que el mío! ¡Es igual que el mío! –gritó Jorge alborozado– ¿Pero, por qué en el tuyo hay letras papi?
            Son unas palabras que escribió mi padre, tu abuelo, después de que le enseñara el dibujo ¿Quieres saber lo que pone?
            Si por favor, dímelo.
            “Lucy en el cielo con diamantes”, eso es lo que dicen las palabras que escribió mi padre.
            Papi –Jorge le entregó su dibujo a su padre–, quiero que pongas en mi dibujo lo mismo que te escribió el abuelo.
            Ahora mismo lo escribo chiquitín, y luego tocaremos juntos una canción al piano. La compondré para ti y así, cada vez que la escuches, la fantasía te llevará al mismo sitio donde yo estuve, ese lugar donde siempre encontrarás a Lucy volando bajo un cielo lleno de diamantes. Antes te he prometido que podrías ir a donde yo estuve, y como papá siempre cumple las promesas (porque siempre hay que cumplirlas, no lo olvides), podrás viajar allí a través de la canción que haremos aunque sólo sea a través de tu imaginación y de tu fantasía.
            ¿Y que es ‘imaginación’ y ‘fantasía’...?
            Eso es algo que te explicaré otro día. Ahora sólo dame un beso y un abrazo muy fuerte – dijo John al tiempo que unas lagrimas salían de sus emocionados ojos sin que Jorge llegara a percatarse de ello.









LUCY IN THE SKY WITH DIAMONDS

(letra traducida de la canción de John Lennon inspirada en un dibujo de pintado por hijo Julian a la edad de cuatro años)

Imagina que estás en un barco, en un río,
Con árboles de mandarina y cielos de mermelada,
Alguien te llama, tú contestas muy lentamente,
Es una niña con los ojos de caleidoscopio.

Flores de celofán de color amarillo y verde,Elevándose por encima de su cabeza,La miras con el sol en los ojos,y se ha ido.

Lucy en el cielo con diamantes,
Lucy en el cielo con diamantes,
Lucy en el cielo con diamantes.

La sigues hasta un puente junto a una fuente,
Donde gente balanceándose como caballos comen pasteles,
Todo el mundo sonríe mientras te relajas más allá de las flores,que crecen increíblemente altas.

Taxis a diario aparecen en las costas,
Esperándote para llevarte lejos,
Subes a su espalda con la cabeza en las nubes,y te has ido.

Lucy en el cielo con diamantes,
Lucy en el cielo con diamantes,
Lucy en el cielo con diamantes.

Imagina que estás en una estación de trenes,
Con porteros de plastilina buscando lazos de vidrio,
De repente hay alguien en el torniquete,
La niña de los ojos de caleidoscopio.

Lucy en el cielo con diamantes,
Lucy en el cielo con diamantes,
Lucy en el cielo con diamantes,
Lucy en el cielo con diamantes,
Lucy en el cielo con diamantes,
Lucy en el cielo con diamantes.

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