sábado, 17 de abril de 2010

¿QUE PASA CON EL PSOE VALENCIANO?




[Debo advertir al lector que todo lo que sigue es rigurosamente cierto y sucedió tal y como lo cuento.]
Me encontraba en la sobremesa de una cena de trabajo tras un congreso de psiquiatría celebrado en Barcelona cuando alguien, sin duda poco versado en la realidad política valenciana, me preguntó por Jorge Alarte, secretario general del PSPV-PSOE, así como por su estrategia ante el convulso panorama político de la Comunitat Valenciana.
"¿Alarte, quien es ese Alarte?", le respondió, no si una buena dosis de ironía, uno de los psiquiatras valencianos que estaba sentado a mi lado .
Éramos doce a la mesa, casi todos de Valencia, y lo cierto es que no nos hizo ninguna gracia que el colega catalán insistiera con el tema para animar la tertulia.
Tras un rápido intercambio de pareceres, fue fácil deducir que la mayoria de nuestros compañeros de mesa y profesión no tenía ni idea de quien era Alarte así como tampoco de la estéril (por los resultados) política practicada por los socialistas valencianos.
"¿Que ya no es Ignasi Pla el secretario del partido?" Preguntó uno de los catalanes, sin duda quien menos estaba al día de lo que ocurría más allá de su San Carles de la Ràpita natal.
"Pues con todo el follón que se ha montado con lo de Gürtel, seguro que al Francisco Camps ese de los trajes no le deben quedar ni dos telediarios...", dijo un contertulio de Vic, precisamente el mismo que había iniciado la conversacion.
"Menudos chorizos tenéis por allí y vaya movida. El PP os lo está poniendo de huevos para que arraséis en las próximas elecciones", apostilló un tal Joan Enric, socialista para más señas y psiquiatra infantil con ejercicio en Mataró.
"¿Estaréis contentos, no?, dijo finalmente el psiquiatra de Sant Carles con aparente sinceridad y sin un ápice de sarcasmo.
Lo que todos parecían tener muy claro era que al rodillo del PP valenciano se le estaban agotado las pilas de lo que deduje que ninguno de mis colegas del norte tenía ni puñetera idea la realidad sociopolítica que desde hace años sufrimos en la terreta valenciana, un lugar donde la derecha podría poner como cabeza de lista a un anónimo improvisado y obtener de nuevo la mayoría absoluta.
En un momento de descuido, y aprovechando que casi todos los comensales giraron sus cabezas cuando pasó junto a la mesa una camarera que, por cierto, estaba buenísima, fingí ir al lavabo y aproveché la ocasión para salir por piernas del local preso de una bochornosa sensación de vergúenza que me hizo sentir el tipo más perplejo e imbécil del planeta.
"¿Que cojones pasa con el PSOE valenciano y a que esperan para sacar provecho de una situación que se les ha servido en bandeja?", dije para mis adentros mientras buscaba sin éxito un taxi bajo la incipiente llovizna que acudió a recibirme apenas salí a la calle.

2 comentarios:

  1. excelente, Alberto. Pusiste el dedo en la llaga.

    La subía a facebook, merece vuelo. un abrazo

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  2. El que li passa és que no li passa res, que no fa res, que no és valent (d'ahí vé allò de Valencià) i per tant no es veu a la realitat del carrer. Escolte més parlar de Mònica Oltra que de tots els del PSPV junts. Em sembla a mi que s'han d'espolçar la catalanitat que tant de mal els hi ha fet i parlar només d'allò valencià. Els catalans més enllà del seu melic... no veuen gens ni mica. Hi ha que traure el nom de les coses. El PP valencià s'ha de dir com el que és, la dreta espanyola. El castellà com el que és, espanyol, i enfront d'això possar damunt la taula la identitat valenciana i no tindre por a fer-ho, per que el silnci no ha portat més vots. Més enllà ja parlarem de Països Catalans si cal. L'últim pas la independència, evidentment. Però ara, el primer, despertar a la gent i traure fora a la dreta espanyola del govern Valencià. Lluny, més lluny...

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